En este libro se sostiene que el diseño y la implementación de una estrategia para conjuntar esfuerzos entre las entidades federativas de la región propiciaría un mayor dinamismo económico, derivado, entre otras razones, de la presencia de factores de complementariedad productiva y comercial; de la existencia de alianzas productivas, comerciales y tecnológicas que permitirían abordar en mejores condiciones los mercados extrarregionales; de la planeación de una mayor promoción y concreción de inversiones; del aumento de las escalas de producción, de la ampliación y diversificación de las exportaciones, del aumento del comercio intrarregional, del diseño de políticas educativas estratégicas conjuntas, de la formación de cadenas productivas y del aprovechamiento de otras potencialidades que ahora se estarían subutilizando de manera significativa.