Los “101 libros” para alentar a los lectores

A través del programa 101 Libros, el escritor Eduardo Ruiz ha propiciado que amantes de la lectura amplíen su acervo cultural gracias al préstamo de diversas obras, las cuales son comentadas y reseñadas por los propios participantes. No se trata de un programa de lectura común. Fuera de los talleres oficiales en Sinaloa, y cuyo antecedente es la Beca al Lector que propuso Martín Amaral, el préstamo de libros ha despertado gran interés en Sinaloa. Este proyecto, encabezado por Eduardo Ruiz y María Sastre, nació con la idea de que quienes ya hubieran adquirido el hábito a la lectura, no vieran limitada su lista de autores. Primero con el apoyo del Ayuntamiento de Culiacán y después con el de algunos mecenas, se constituyó un grupo de 50 personas entre las que circulan los libros, los comentan, los reseñan y se toman fotografías que suben a la página 101 Libros de Facebook. De esta manera, los primeros libros que sirvieron para alentar a los lectores se han ido multiplicando, al igual que el entusiasmo. “En la promoción de la lectura en México hay muchas becas y talleres para escritores, pero cada vez hay menos lectores. Creo que formar un público lector es importante, desde que son pequeños hasta cuando llegan a un punto en el que no encuentran en su entorno cotidiano más alicientes para seguir conociendo autores”, señaló Ruiz. Y agregó: “Yo tuve la fortuna de que Élmer Mendoza, Álvaro Rendón (el Feroz), Martín Amaral y César López Cuadras me prestaran los libros que yo no podía comprar”. De ahí, precisamente, su labor de propiciar el préstamo y hacer circular las obras. Compartir libros Tanto Ruiz como Sastre pensaron en la necesidad de un programa con un plus, como es la disposición de libros que no se consiguen fácilmente, así como contar con un espacio para la discusión. De esta forma empezó la circulación de obras de José Donoso, Clarice Lispector, Roberto Juarroz, Roberto Bolaño, Danilo Kis, Goran Petrovick, Ismail Kadaré, Cristina Rivera Garza, David Toscana, entre otros autores que hubieran sido publicados o traducidos en los últimos 20 o 30 años. La mitad de los libros, que ahora suman 200, fueron adquiridos en la Ciudad de México o en España y otros más fueron donados por los propios autores. “Los resultados han sido muy satisfactorios. Recuerdo que cuando iba a los talleres de lectura, éramos muy pocos los jóvenes; ahora se está formando una generación interesante, solidaria con las causas y que podrá exigir sus derechos culturales”, mencionó Ruiz. La literatura brinda respuestas Eduardo Ruiz no solo es promotor de la lectura, sino que recientemente publicó la novela Anatomía de la memoria, coeditada por la UAS y Candaya, en la que aborda el tema del movimiento estudiantil en Sinaloa. Su ejercicio literario viene, por un lado, de la formación que tuvo en grupos de lectura en la ciudad, y por otro, de su acercamiento con grandes maestros. Por eso, mediante el programa 101 Libros busca retribuir lo que recibió. Aunque piensa que la literatura no detendrá la violencia, está convencido de que dicha práctica sí tiene un impacto real en la sociedad. “Cuando alguien toma un libro, algo cambia, sobre todo en las zonas de riesgo donde se ha promovido la lectura; en estos lugares, por ejemplo, darle un libro a un joven es quitarle un rifle de la mano”. Finalmente, menciona que los que deseen sumarse al programa 101 Libros pueden ponerse en contacto a través de Facebook o bien por medio de la página Literatura Sinaloa en la misma red social.