«Instrucciones para sobrevivir cristianamente en Sinaloa y Sonora», pueden titularse estas cartas pastorales de don Lázaro de la Garza y Ballesteros, obispo de Sonora (1837-1850) con sede episcopal en Culiacán. Dirigidas al clero de la diócesis, las cartas son una fecunda veta para los historiadores, ya que ofrecen una mirada sobre el orden social que debía prevalecer en estas provincias y sobre los conflictos políticos que se dirimían, pues además se incluye una carta pastoral suscrita por varios obispos en la que se señalan los avatares suscitados por la participación de la jerarquía católica a favor del imperio de Maximiliano.