En el país que no sabíamos de ti es un viaje afortunado a la Sierra Madre Occidental. Un ascenso a las coordenadas más vitales del ser humano. El descubrimiento de un pueblo que es una joya orográfica que se niega a sucumbir al progreso; de un pueblo de astillas, agujas y trementina cuyos habitantes nos enseñan a hablar en un español tierno. Un pueblo que es parte de un macizo montañoso sensible, quizá por ser refugio de una historia viva llamada Heraclio Bernal, desde el que es posible oír el eco sangriento del mundo y desde allá lanzar una proclama que robustece el corazón y los sentidos.