En El escenario posmoderno del turismo cultural se teoriza sobre la fenomenología turística de Mazatlán, Sinaloa. El puerto de Mazatlán
tiene un gran desafío para el siglo XXI: transformar su imagen turística exótica actual a través del posturismo, aprovechando su patrimonio
edificado y urbano al fusionar el modelo playa con el modelo cultural, lo cual está propiciando un cambio de uso y significado del centro histórico. La fusión del modelo cultural con el de playa está transformando aceleradamente a este último de espacio administrativo de abasto a espacio turístico posmoderno, provocando gentrificación.