El modelo de la calidad de vida desarrollado por la autora permite confrontar las condiciones objetivas de la vida y el bienestar subjetivo a través de la creencia de capacidad al interior de una población latinoamericana (zona urbana de Culiacán), caracterizada por los contrastes de una sociedad no industrializada y con determinadas carencias en sus condiciones de vida. El enfoque propuesto pone énfasis en los valores individuales y comunitarios, en las capacidades subjetivas y objetivas; desde esta perspectiva, el bienestar de la población depende de la valoración que los sujetos hacen de su propia vida, la cual no está determinada por las condiciones materiales.