La mayoría de las especies conocidas son animales y gran parte de estos son parásitos. Las consecuencias de este planteamiento modificaron la imagen del mundo que se tenía hasta el siglo XX y las ideas sobre cómo se estructuran los sistemas naturales. No hay especies primitivas o avanzadas, ni fósiles vivientes, ni animales superiores o inferiores. Esos calificativos, propios del siglo XIX, hoy son arcaísmos sin valor científico. Preguntas tan simples como «¿qué es un animal?» exigen respuestas complejas, basadas en conceptos quizá poco difundidos en los libros introductorios de biología. Las primeras dos ediciones argentinas de esta obra pensada inicialmente como una introducción a la asignatura zoología de Invertebrados I de la UNS despertó un interés más amplio que el de sus destinatarios originales. Estamos seguros de que esta primera edición mexicana, corregida y actualizada, será igualmente recibida por los lectores de nuestro país.