Continuación natural de Apegos feroces, en La mujer singular y la ciudad, Vivian Gornick sigue mostrándose como una mujer lúcida, sensible e insobornable que, siendo la realidad como es, no acepta su lugar en el mundo. La mujer singular y la ciudad es un mapa fascinante y emotivo de los ritmos, los encuentros fortuitos y las amistades siempre cambiantes que conforman la vida en la ciudad, en este caso Nueva York, una ciudad, nos dice Gornick, que hace soportable su soledad.
Vigoroso collage que intercala anécdotas personales, viñetas narrativas y piezas reflexivas en torno a la amistad, sobre la menudo irreprimible atracción por la sociedad y sobre qué significa ser una feminista moderna una mujer singular.