Leer estos poemas traducidos por Eduardo Langagne es viajar con Pessoa, aproximarse a él y recuperar versiones que están entre los más altos homenajes poéticos que desde el español se le han rendido al autor luso. Tanto los textos pessoanos como estas nuevas traducciones despiertan un sentimiento de enorme gratitud: «el numeroso Fernando Pessoa», para citar al traductor, es hoy más múltiple y esplendoroso.