Ahmet Nurudin es la máxima autoridad en un monasterio de derviches ubicado en una pequeña ciudad bosnia, bajo la jurisdicción del Imperio otomano.
Su vida discurre apacible, entre las oraciones del día, el sonido del río y el cantar de las aves, en casi nulo contacto con el mundo exterior. Su hermano Harun, sin embargo, ha sido encarcelado.
Aunque desconoce la razón, el amor filial y los ruegos de su padre hacen que Nurudin abandone las paredes de la tekia para intentar rescatarlo, lo que abrirá una grieta enorme en los cimientos sobre los que se afianza su vida, haciendo que esta tome un giro insospechado.
Considerada una de las cumbres de la literatura serbia, El derviche y la muerte es el retrato de una sociedad sostenida sobre piernas mutiladas, a la que la historia le ha jugado una mala broma, haciéndola pasar constantemente de un señor a otro.