El siglo XX representa un periodo histórico de grandes transformaciones a nivel global, lo que se convierte también en aliciente para la modificación de espacios nacionales como México y sus diversas regiones. En este sentido, a partir de los efectos modernizadores de dicha centuria, en el estado de Sinaloa se reconfigura el territorio y surgen nuevas localidades con características urbanas situadas sobre los amplios valles agrícolas de la entidad en detrimento de la zona dedicada a la actividad minera de los altos. Fueron estas nuevas localidades las que durante el siglo XX adquirieron relevancia económica y demográfica, lo que les convirtió en los centros urbanos regionales. La relevancia de esta investigación radica en analizar teórica y empíricamente regiones de menores dimensiones como la del Évora, con el objetivo de darles su justa dimensión en procesos de crecimiento económico y demográfico nacional y mundial. También es importante ya que existe poca claridad conceptual para enmarcar a la ciudad de dimensiones pequeñas o intermedias, observadas por lo regular como parte complementaria de las de dimensiones mayores, o simplemente por inclinarse al estudio de aquellas de mayor preponderancia en los sistemas urbanos de ámbito nacional. Por ello, las ciudades intermedias como la de Guamúchil, aunque se encuentran ubicadas en dimensiones de escala reducida, no dejan de ser objeto del quehacer historiográfico; más bien, diremos que para su análisis se requieren conceptos acorde con sus dimensiones, así como información empírica adecuada que nos aproxime a una explicación de los procesos económicos, políticos y sociales que configuran este tipo de entes urbanos.